Jorge Ricardo/Agencia Reforma
CIUDAD DE MÉXICO 18-Sep-2023 .-Al relatar su historia personal de superación, Xóchitl Gálvez afirmó ayer que tendrá empatía con la población, pues sabe lo que cuesta sobreponerse a la adversidad.
«Les cuento de dónde vengo, porque es muy importante que sepan que yo me voy a poner en sus zapatos, que me voy a poner en los zapatos de las personas, porque yo sé lo que cuesta salir adelante, porque yo sé que la falta de oportunidades es lo que ha hecho que este país no salga adelante», dijo a cientos de ciudadanos en Zacatecas.
En un auditorio al aire libre, ante seguidores del PAN, PRI y PRD, la aspirante presidencial contó su infancia en Tepatepec, Hidalgo, donde vendió gelatinas, y su empeño por ir a la secundaria y a la universidad, a pesar de la oposición de su padre, un hombre alcohólico machista que maltrataba a su esposa.
«Así que cuando el Presidente (Andrés Manuel López Obrador) se me pone al brinco, pues no es el primer hombre que se me ha puesto al brinco, ha habido muchos hombres que se ponen al brinco. Y me fui, me fui a la ciudad», aseguró.
Gálvez hizo un recuento también de las malas acciones del Gobierno federal, como la mala respuesta a la pandemia de Covid-19 que habría causado más de 800 mil muertes, la falta de medicinas, la eliminación del programa de infraestructura, la falta de apoyos para las pequeñas empresas, la reducción, dijo, de 194 mil millones de pesos para el campo o el sobreprecio de las megaobras, como la refinería de Dos Bocas.
«La refinería de Dos Bocas iba a costar 8 mil millones de dólares y van 18 mil millones, y todo indica que vienen etiquetados 10 mil millones de dólares más. La refinería de Dos Bocas se va a ir a 28 mil millones de dólares, ¿quién se está robando el dinero?», cuestionó.
La senadora lamentó la situación de delincuencia en Zacatecas, especialmente el miedo con que viven las mujeres.
«Llegó la hora de que los delincuentes sean los que tengan miedo. No ustedes, ustedes deben dejar de tener miedo, por eso estamos aquí», dijo, mientras los asistentes le gritaban «¡Presidenta!».