La OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) presenta todos los años una extensa recopilación de estadísticas e indicadores de los sistemas educativos de los 38 Estados que la componen, analizando la evolución de los diferentes sistemas educativos, el impacto de la formación en el mercado de trabajo y en la economía. El Panorama de la Educación 2023 reproduce los datos de los indicadores más relevantes.
México avanza a un ritmo de un año más de escolaridad cada diez años. Teníamos 4.2 años de escolaridad para el censo de 1970 y en el 2020, medio siglo después llegamos a los 9.2 años, es decir cinco años más en 50 años. Ningún país en desarrollo puede prescindir de contar con una plataforma básica de 12 años de escolaridad, lo que tendríamos hasta dentro de 30 años y con la calidad educativa del país, podrían ser hasta 50 años derivados de un ajuste por aprendizaje.
Asumamos que a México en realidad se le reconocen 8,8 años de escolaridad y que, por el cierre de escuelas por la pandemia, el valor se redujo a 7 años. (IMCO- BANCO MUNDIAL)
A nivel subnacional, el rezago educativo, está más presente en las entidades que se identifican preferentemente con la 4T y cuyo avance educativo no siempre alcanza un año más de escolaridad por cada década. De hecho, entre la entidad con mayor escolaridad (CDMX) y la que cuenta con menos años cursados (Chiapas) hay cuatro décadas de diferencia.
Las agencias internacionales especializadas indican que, para que las entidades brinden una educación de calidad a sus ciudadanos en el siglo XXI, deberán superar algunos de los desafíos que se originan debido a las problemáticas relacionadas: a) las inadecuadas instalaciones, b) el cumplimiento de las responsabilidades educativas de todos los actores (incluyendo a los padres), y c) por supuesto, la deserción escolar de los alumnos. Todos estos conceptos sustentan los rezagos educativos en donde aún están presentes tanto la desigualdad entre las personas como su vocación política.